¿CÓMO
HACER PARA QUE LOS NIÑOS COMAN DE TODO?
Qué
podemos hacer los padres con los niños que comen de manera selectiva. A mi modo
de ver lo que el niño necesita es un punto de autoridad, no pleito o gritos,
sino una guía consiente y firme al respecto.
En
la actualidad la mayoría de los padres salen a trabajar fuera de casa, y es
comprensible que al llegar cansados y estresados no quieran que la mesa se convierta
en un campo de batalla; por eso que sucede que al ofrecerle al niño, por ejemplo, un pescado o una sopa,
no lo quiere y los padres con la mentalidad de “preferible que coma lo que
quiera a que no coma”, le dan pizza o hamburguesa que el niño solicita.
Los
niños son muy inteligentes y al vivir estas situaciones van calculando cómo
manipularnos, nos toman la medida y comprenden que presionando un poco, tomando
cierta postura, terminan comiendo lo que quieren, cuando quieren. Pero es en ese momento en que los adultos debemos
comprender que los niños necesitan ese punto de autoridad, concientizarnos que
no nacemos aprendidos, por lo tanto ellos son aprendices en varios temas, entre
ellos el alimentarse. Y así como no debe decidir él los temas necesarios para aprender matemática,
apresto o lenguaje; tampoco debe decidir su alimentación. Debe de haber una persona adulta que tome las
riendas de este tema y que sea capaz de poner en la mesa los alimentos que el
niño realmente necesita para crecer fuerte y sano, logrando que se lo coma.
Cómo
estamos hablando de niños saludables que tienen un plato de comida saludable y suficiente
frente a ellos, nuestra preocupación no debe ser su salud, sino por qué toma esa
actitud con la comida.
Con
los niños hay que dialogar; sin obstante llega un momento donde no hay espacio
para negociar y se debe de tener ese punto de autoridad. Si el niño actualmente tiene gusto por muy
pocos alimentos, nosotros adultos debemos tener un firme propósito de ir
aumentando la variedad de los mismos, poniendo metas claras, por ejemplo en
este mes debe de comer esto y esto más; pero ¿cómo lograrlo? Podríamos
mesclarlo con otro que si le guste; por ejemplo te doy un poco más de
macarrones; pero para ello te tienes que comer un poco más de ensalada, y
explicarle con palabras sencillas los beneficios de ese alimento que le estamos
proponiendo, tiene fibra, tiene vitaminas, minerales, etc. Para tratar de
convencerlo y a la vez concientizarlo de lo útil que será ese alimento a su
organismo, porque es importante la implementar una alimentación variada en
porciones adecuadas.
Pero
repito el punto de autoridad en la alimentación de los niños es necesario, el
niño debe aprender a comer y debe un adulto tomarse la tarea de enseñar, con
palabras, con ejemplo y con el esfuerzo de tener el alimento necesario puesto
en la mesa; ya que el mundo actual
también nos acomoda a comer lo que es más fácil, y agradable al paladar, que
dicho sea de paso, prácticamente nunca coincide con lo que es saludablemente
necesario para nuestros organismos.
Para que se
instauren unos hábitos alimenticios correctos debemos tener en cuenta varias cosas:
·
Respetar un horario fijo para las comidas.
·
No comer
entre comidas.
·
Comer en un sitio destinado para ello y procurar que siempre sea el mismo.
. Proporcionarle una alimentación variada.
·
No darse por
vencido ante el primer “no”, ya que éste puede ser meramente circunstancial.
los niños necesitan algo de tiempo para aceptar un alimento nuevo, hay que
tener en cuenta que todos los sabores son desconocidos para ellos. Si rechaza
algo nuevo hay que volver a presentárselo unos días después.
·
Un error grave
en el que caen muchas madres es prepararle sólo las comidas que saben que le
gustan para evitar problemas a
la hora de comer.
·
La madre
tiene que decidir lo que debe comer el niño, no al contrario. Si no lo quiere,
no se le debe preparar otro plato y es mejor que no coma a que él decida lo que
va a comer.
·
La hora de comer es un momento apropiado para la
socialización, el diálogo y la relación afectiva con el niño. Por tanto es
importante crear una atmósfera agradable, de charla e intercambio. Cuando se
produce tensión y disgusto, podemos llegar a crear un niño inapetente, sólo por
nuestra actitud negativa de gritos, ademanes bruscos o impositivos.
·
Evitar
transmitir negativamente nuestros gustos culinarios a nuestros hijos.Los niños
aprenden imitándonos en todo. Si nunca te ve comer fruta ¿cómo pretendes que él
la coma?
Esto no quiere decir que deba gustarles
absolutamente todo. Hay platos que no gustan y esto es normal y se debe respetar.
Si un niño come una alimentación variada y sana, no pasa nada porque haya algún
alimento que no le guste.
·
No fomentes la actitud pasiva en el niño, entreteniéndole con cuentos, juguetes o
televisión mientras le das de comer cucharada a cucharada. La hora de la comida
es la hora de la comida, no es la hora de ver la televisión. Se le debe invitar
a un diálogo animoso para que le sea más grato el almuerzo, pero que sea él el
que coma. El niño tiene que darse cuenta que está comiendo, disfrutando del
momento, saboreando la comida, dándose cuenta si está fría o caliente, del
olor, etc.
·
Ponle una cantidad adecuada para que se termine
el plato.
·
No puedes exigir muchas reglas en la comida
desde el primer momento. Las
reglas tienen que ser secuenciadas y priorizadas.
·
Haz atractivos los platos
·
Utiliza tu
imaginación para hacer agradable los platos que menos le gustan.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Que tus palabras edifiquen.