42. Versos que ríen y lloran
Yesenia de Catota
Yesenia de Catota
¿Puede un verso
transformarse
de belleza y hermosura
en sombras y soledad,
sin perder su rima y
prosa
y la inspiración al
sonar?
¿Puede el poeta rehuirle
a lo que lo hace soñar,
a lo que le estruja el
alma
y a la vez lo hace extasiar?
¿Puede acaso ser la
vida
solo bella sin variar?
¿puede el amor no ser
tonto?
¿puedes dejar de
inspirar?
No pueden mis versos
cantarle a alguien que
no seas tu,
ni puede mi alma cerrarse,
debe hablar de realidad.
Si estamos en un sube y
baja
ahora me tocó bajar;
pero luego estaré
arriba
donde, claro, es mi lugar
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